La Caleta donde la belleza no solo se ve sino se escucha...

Sentía deseo y un poco de tristeza, no habia vuelto a la Caleta desde que acompañaba a Fernando Quiñones en su paseo matutino y vespertino recogiendo bolsas de patatas y plasticos por la Caleta, su parsimonia en los pasos y gestos con una vara en la mano terminado en pintxo y una bolsa en la otra donde iba introduciendo la basura y musitaba... " cuanta porqueria dejan, son manchas sobre la arena de mi playa" y paseo para arriba y paseo para abajo, pantalones remangados y gorra Caletera metida hasta casi los ojos y luego, sentados en la segunda columna del Blaneario, ver atardecer.. otra frase para mi recuerdo de Fernando " jamas veras aunque seas de mar, otros atardeceres como los de la Caleta" sus colores no se pueden definir y su belleza tampoco.. sientate y observa" y claro me enamoré de su entorno, de su mar, de su Castillo, de sus murallas, de su olor, de su calor, de sus mesas con tortillas y juegos de cartas todo el dia de familias enormes y sin prisa... me enamoré y como los enamorados la añoré.. pero no ha sido posible volver, ahora si, he vuelto y vuelvo plena, llena de mi Caleta y con una promesa .. volveré, no tardaré mucho, volveré y pasearé con una bolsa en la mano recogiendo plasticos y retirando las manchas de la arena... y me sentaré en la segunda columna del Balneario y disfrutaré con tiempo sin prisa y sin zapatos, sin vestidos de fiesta que se puedan manchar y me quedaré viendo anochecer y dormiré hasta ver amanecer... Es verdad Fernando, nuna, jamás ni existe ni existirá belleza tan exquisita y calma como los atardeceres de la Caleta.. Gracias por tejer en mi sensibilidad y belleza y gracias a la vida por poder tener estas vivencias y recuerdos... Volveré.