Recuerdo el estudio, era muy grande deberia haberlo dejado, pero no lo dejaba porque no encontraba otro similar y que tubiese el mismo encanto, nos decia iba a buscar otro en cualquier momento pero despacio.." nos decia" lo tengo que encotrar y me tienes que llamar, ya sabeis lo busco todo a mi manera.
A veces era tan grande que se perdía o más exactamente nos perdiamos las mujeres que ibamos a ver el estudio y compartir noche, diá o trabajo con el pintor.
Mas de una vez, me he dado cuenta alguna mujer andaba escondida tras los grandes cuadros y me llevaba a la parte de arriba para que... poco a poco... la "escondida" fuera disimulando y sin ruido desapareciendo..he de reconocer me lo pasaba estupendamente haciendome la tonta y estoy segura las chicas que se tenian que ir escondidas tambien.. El era mágico... y su estudio mucho más mágico.
Me producia un morbo tremendo imaginar el juego y a veces me apetecia tener ojos detras de las columnas y los cuadros y hacer participe de los juegos a las escondidas...me imaginaba cuerpos deseosos intentando esconderse y a veces ese pensamiento me excitaba y me bajaba el nivel de rabia acumulada de saberme compartida.
Mi mano derecha intentaba zafarse de un sujetador negro que aprisionaba unos excitados pechos y apretaba los pezones, para que estos no sufrieran nada mas que lo justo.
Entonces el me propone jugar al escondite, yo, con risa nerviosa entre cortinas y cuadros me escondia y me resistia heroicamente, entre una guerra de trincheras... me estremecia y a la vez me atraia esa sensación de ser sorbida poro a poro como una mosca atrapada en miel.
Luchaba contra mi contradicion , pero era necesaria y subia y bajaba y reia y gozaba asi durante toda la noche, extrañamente tiernos, gozosamente vivos, inmensamente libres.
A la mañana la luna reía, el sol se escondia, los amantes bostezaban las manos se unian, los cuerpos se amaban... y el mar bailaba con las notas de un Requien que sonaba por los altavoces.. como un sacrilegio, pero que a nuestras venas misticas les venia muy bien..
Me pegue un gran batacazo al bajar del septimo cielo y olvidarme de la rodilla dañada, mientras me reia a hurtadillas... mientra imaginaba una corte de angeles celestiales soplaban un rigodón... y me sentí libre nuevamente con pechos descaradamente altivos y provocadores.
Se que toco a destiempo, y siempre me arrepiento de mi espontaneidad, pero me sentia habia vuelto a mi ser, a la mujer que siempre he sido y habia dejado de ser, me sentia en la ciudad de las mujeres, con los mismos pechos y caderas todas iguales salvajes y libres... es hora de volver... es hora de volver, es hora de volver...
Se puede vencer o te pueden vencer, pero mientras tanto sigo mi ruta y bailo el baile de los peces acompañada... y siempre a la luz de la luna fiel compañera.
fridaluna